EL LIBRO DEL SOÑAR
Y
EL ENSAYO DE LA MUERTE

Gianella Galo
 

Cuarta Etapa / Cuarto ritmo
(continuación)

Relaciones

Me encanta pensar que esta reflexión es un gran tejido, que Dios,
o como quieran llamarle, pone como urdimbre de base a las distintas tradiciones y que el hombre es la lanzadera y que el hilo es el sueño.

Y ahora oigamos esta narración afín al tema.

Sueños de una noche de verano³⁶

Lanzadera –(despertando)… ¿Pues no se han ido todos, dejándome dormido?
He tenido la visión más maravillosa. He tenido un sueño.
Todas las facultades del hombre no bastarían a decir lo que es este sueño. Si lo intentara explicar, sería un asno. Me ha parecido que era… Me ha parecido que tenía;… pero fuera un arlequín el hombre que tuviese la pretensión de explicar lo que me ha parecido que tenía.

Los ojos del hombre no han oído, ni los oídos del hombre han visto, ni la mano del hombre podría gustar, ni su lengua concebir, ni su corazón expresar lo que era mi sueño. He de hacer que Pedro Cartabón componga una balada sobre este sueño. Se titulará El sueño del Tejedor, porque es un tejido de maravillas, y la cantaré delante del duque al final de una comedia. Es posible que la cante después de la muerte del personaje, para darle más gracia.

Ahora bien, preguntemos: ¿para qué sirven todas esas asociaciones y búsquedas?
Y surge presta la respuesta: es para expandir nuestra conciencia.
Y así poder entender que en el sueño, por su propia naturaleza, se produce un vórtice que abre nuestras facultades a otras realidades, o dimensiones.

Por medio de las relaciones que analizamos intuimos que haciendo uso de ellas podremos lograr, como en el sueño, vortificaciones, que movilicen nuestro ser.
Habíamos hablado de que existen lugares que por su naturaleza geográfica o física provocan espontáneamente esos vórtices; eran lugares generalmente considerados sagrados, en donde se ubicaban los Templos de los Sueños.
Allí se sanaba provocando sueños, hipnosis, auto-hipnosis, catarsis, verbigracia, se profetizaba, y se daban oráculos, etc.
También sin ir a esos lugares se pueden crear espacios que permitan vortificar, alterando la conciencia.
El vórtice para poder ser agente de movimiento, necesita primero concentrar esa potencia en un punto que será desde el cual imprimirá la acción.
Hay necesidad de focalizar y unificar la atención.
Lo mismo sucede con la hipnosis, que depende de la concentración visual en un objeto que o es un diseño concéntrico o describe en su movimiento ese diseño.
Otras veces se logra por medio de una voz, sonido o música que provoca mi focalización auditiva produciendo el arrobamiento. Ejemplos: la salmodia, mantralización.
Todo lo antes dicho provoca la ruptura del control, que es algo que sucede naturalmente en el sueño.

Podemos describir dos tipos de vórtices:

Los naturales.

Viento, ciclones, tornados, huracanes, oír el trueno y ver el rayo, las caídas de agua, remolinos de agua, el movimiento y el sonido de las olas, el zumbar de ciertos insectos (abejas, abejorros, avispas, moscas, mosquitos).
La salida y puesta del sol.
En determinados momentos del día y dependiendo de la estación, el unísono del canto de los pájaros. El sonido de la chicharra o cigarra, el diseño de una telaraña, el ver cómo la araña realiza su trabajo, el observar la construcción de los panales, de un hormiguero con su especial diseño. Ciertas piedras, ciertos fósiles, el diseño en espiral de los caracoles.
El sonido y el movimiento de la respiración, el oír el ritmo del corazón.
Evidentemente a través de ellos el creador permanentemente mueve el universo de un plano a otro de realidad.

Los que llamaremos artesanales o artificios.

Escuchar o leer.

Sobre mitología, leyendas, cuentos, fábulas, poesía (todo ello relacionado al verbo), palabras o conjunto de palabras que movilizan, y accionan en nosotros mecanismos que desconocemos.

Sonidos.

Música, instrumentos, sonidos vocales.
Específica pronunciación empleada en ciertas palabras.
Cantos.
Silbar.

En este apartado vimos cómo hacer para vortificar nuestra conciencia por medio de la música y de los sonidos. Uno de los textos claves para comprender el modo de realizar dicha tarea se encuentra en el libro de Cicerón Del sueño de Escipión³⁹ en donde el Africano le dice a Escipión, que el número clave para todas las cosas es el 7, los sabios lo han imitado en las cuerdas de las liras y en los cantos de suerte que se han abierto un camino de regreso hacia este lugar (cielo, origen, principio) al igual que otros que cultivaron con remarcable inteligencia el estudio de las ciencias divinas. Otros de los textos a los que podemos acudir son el Himno de San Juan Ut Queant Laxis y el libro de mitología céltica, en donde, Dagda –Dios de la música–, encanta, con su arpa mágica, toca sucesivamente los aires del sueño, de la risa, de la tristeza, y sus oyentes duermen, ríen o lloran. En la India se cuenta lo mismo, sobre el poder de la música, ellos saben inclusive cómo llegar a matar por ese medio.

Movimiento. Ritos, danzas.³⁷

En la danza, se movilizan las vértebras sede de la llamada serpiente que hay que despertar,
y si además danzamos en círculo se genera un punto radiante, vibrante y central que emite energía a los participantes.
Maestros en ello son los Girovagos, o Derviches danzantes, y lo fue el bíblico David Rey.
El hamacarse: los movimientos de vaivén, o pendulares.
Diseño: ciertas pinturas, mandalas, laberintos.
Juegos: como saltar a la cuerda, el juego del trompo, las bolitas, recorridos laberínticos.
Peregrinajes.

En la primera etapa o primer ritmo de esta reflexión, había una orden para cumplir que era la de provocar el entusiasmo.”³⁸

Así que hay que lograr por medio de la vortificación el entusiasmo para lo cual aplicaremos algunas de las herramientas descriptas.

En el I Ching, Libro de las Mutaciones, se muestra cómo se hacía uso de la música para obtenerlo.

La imagen

El trueno surge estruendoso de la tierra:
la imagen del Entusiasmo.
Así los antiguos reyes hacían música para honrar los méritos,
y la ofrendaban con magnificencia al Dios supremo,
invitando a sus antepasados a presenciarlo.

Cuando al comenzar el verano, el trueno, la fuerza eléctrica, vuelve a surgir rugiendo de la tierra y la primera tormenta refresca la naturaleza, se disuelve una prolongada tensión. Se instalan el alivio y la alegría. De un modo parecido, la música posee el poder de disolver las tensiones del corazón surgidas de la vehemencia de oscuros sentimientos. El Entusiasmo del corazón se manifiesta espontáneamente en la voz del canto, en la danza y el movimiento rítmico del cuerpo. Desde antiguo el efecto entusiasmante del sonido invisible, que conmueve y une los corazones de los hombres, se percibía como un enigma.

Los soberanos aprovechaban esta propensión natural a la música. La elevaban y ponían orden en ella. La música se tenía por algo serio, sagrado, que debía purificar los sentimientos de los hombres. Debía cantar loas a las virtudes de los héroes y tender así el puente hacia el mundo invisible. En el Templo se acercaba uno a Dios con música y pantomimas (sobre cuya base se desarrolló más tarde el teatro).

(Talía en el Mito griego).

Dentro del texto bíblico, en el Salmo 150, se hace la misma propuesta para ir a Dios.

Los sentimientos religiosos frente al creador del mundo se unían a los más grandes sentimientos humanos. Al enlazarse así en solemnes momentos de entusiasmo religioso, el pasado propio con la divinidad, se celebraba la alianza entre la divinidad y la humanidad.

El propio maestro Kung (Confucio) decía refiriéndose al gran Sacrificio durante el cual se cumplían estos ritos: “Quien comprendiera por completo este sacrificio, podría gobernar el mundo como si girara en su propia mano”.

En Libro de los Comentarios del propio I Ching aclara, y profundiza este signo diciendo que los signos que están dentro del signo Yü, participan también de los siguientes significados:

Chen es el sonido del trueno que acompaña los movimientos de la vida que vuelve a despertar.

Este sonido es modelo para la música. Por otra parte, Chen es el signo en el cual surge y se manifiesta Dios, de ahí la idea del Dios supremo. El signo nuclear Ken es una puerta, el signo nuclear Kán significa lo abisal, y misterioso, lo cual alude a la idea del templo dedicado a los ancestros.⁴⁰

Se entiende ahora la orden “¡Hazlo para verter el entusiasmo!”.

El Entusiasmo resulta ser entonces un vortificador natural en el hombre, entusiasmo que se puede inducir por medio de la música, o del sonido, el cual abre la puerta hacia lo abisal y misterioso, haciendo las veces de llave maestra, tarea nada ligera, pues debemos saber exactamente cuáles son los sonidos que abren las puertas del misterio abisal, profundo e insondable de lo divino y diferenciar cuáles serán los sonidos que abren las puertas de lo abisal e insondable del caos o averno.

El entusiasmo se suscita en el corazón del hombre y lo prepara para el encuentro, recordándole lo que posee de divino en él, ayudándole a tender un lazo con lo superior llámese: Dios, Mente, Sí Mismo, etc.

El sonido, la música, nos revela lo in-imaginado. Veamos por donde se vuelven a encontrar los temas dispersos.

El Veda de la tradición Hindú.

La raíz etimológica del término veda viene de Vid: saber.

Es inevitable recordar a David y al vino y sus consecuencias entre los Musulmanes y las alusiones al espíritu. En fin…

Veda: la ciencia por excelencia o conocimiento sagrado en su integridad, revelación primordial, lo Oído, que subsiste perpetuamente siendo anterior a todos los mundos pero está de algún modo escondido durante los cataclismos que separan los distintos ciclos y siempre pronto a manifestarse de nuevo.

La perpetuidad del Veda está asimismo en relación directa con la teoría cosmológica de la primacía del sonido entre las cualidades sensibles, cualidad del éter, primero de los elementos (lo mismo dice La Biblia).

“En el principio fue el verbo”, es propiamente una audición.

Dicen que durante el cataclismo que separó este Manvantara⁴¹ del precedente, el Veda estaba encerrado en estado de repliegue en la Concha Caracol: que es considerada el albergue del Son primordial e imperecedero, del monosílabo Om, Aum (Ave, Amén).

Pronto a manifestarse en los tres mundos⁴² que dispuestos determinadamente forman la concha que es igual al receptor del oído humano, naturaleza conforme a lo que debe recepcionar.

La acción divina se ejerce siempre desde el interior, por eso no es ostensible.

Adentro - afuera.

No manifestado - lo manifestado.

De modo que su punto de partida escapa a todas las facultades pertenecientes al orden sensible.

Maravillosa manera la de Dios de ir mostrando cómo ha ido armando este tejido que es el soñar, enlazando rítmicamente todo en el telar de las tradiciones.

Concluyamos este tema con los personajes de Sueño de una noche de verano.

Oberón –Silencio por un instante. Robin, quítale esa cabeza (asno).

Titania –haced que suene la música y que sus acordes sumerjan los sentidos de estos micos en un sopor más profundo que el sueño ordinario.

Titania –¡Música! ¡Eh! ¡Música! Dadnos acordes que hechicen el sueño.

Hipólita –Pero todo cuanto nos han contado de esta noche, la transfiguración de las facultades intelectuales de esas distintas personas, da testimonio de que hay en ello algo más que imágenes de la fantasía, y toma gran consistencia la relación. Mas como quiera que fuere, es extraño y admirable.

Volvamos ahora al reordenamiento de los textos bíblicos para obtener el Método en sus dos vertientes.

El Método⁴³

Para un trabajo personal

Poner por escrito el sueño.

Discernir si es el tiempo adecuado para contarlo.

Escoger a quién se cuenta el sueño.

Narrar el sueño en voz alta o sea hacerlo audible.

Escuchar su interpretación.

En todos los puntos se debe tener en cuenta lo expuesto anteriormente en el ritmo 4, si se desea hacer de ello una tarea que permita obtener frutos, para nuestra alma, mente y espíritu.
Sin embargo debemos señalar que solo si se tiene un guía,
se podría trabajar con continuidad en los sueños, de lo contrario no es conveniente aficionarse a ello. Paralelo a esto sería bueno profundizar en aspectos espirituales y, de poder ser, pertenecer a alguna tradición. Mantener siempre una actitud de vigilancia, aun en sueños, ya que podría producir algún desorden psicológico provocado entre otros motivos por falta del descanso nocturno necesario.

Para trabajar con sueños de otras personas.

Esto puede plantearse de dos modos:

Trabajar con los sueños que espontáneamente ha tenido la persona o

inducir el soñar en la persona.

Comencemos.

En la opción de inducir el soñar en la persona, deberemos aplicar herramientas ya antes desarrolladas:

Escoger el lugar donde se recrearán las mejores condiciones temporo-espaciales para provocar el sueño.

Crear un vórtice.

Guiar.

Una vez obtenido el soñar y el sueño por cualquiera de las dos formas, se le pide a la persona que:

Lo escriba, por lo antes dicho y además aquí se considerará la escritura como un arte y

que lo narre (en voz alta).

La interpretación:

Ubicación del sueño en su mundo.

Clasificación del mismo.

Lenguaje del sueño.

En este punto hay enrabados dos aspectos, lenguaje poético o rítmico el cual portará enigmas y símbolos.

Veamos aquí la definición de enigmas: adivinanza, acertijo, escrito o discurso difícil de entender. del Latín, aenigma, del griego aínigma, adivinanza difícil; discurso difícil de entender de ainissesthai, hablar con adivinanzas, de aínos, cuento, fábula, del indoeuropeo ai, no cuento, de ai, habla lenguaje.

Me gustaría remarcar que el sueño trabajado de esta manera se convertirá en un cuento con efecto reparador, sanador y producirá un novedoso despertar de nuestra conciencia.

Recurramos a la tradición para ver más claro, qué nos dice del símbolo.

El símbolo es una huella visible (o gesto) de una realidad invisible y oculta, es la manifestación de una idea (arquetipo) que así se expresa a nivel sensible.
Y se hace apta para su comprensión. El símbolo no es solo visual, puede ser auditivo (el mito, la leyenda) o absolutamente plástico y casi inaprensible, como sucede con ciertas imágenes fugaces que sin embargo son marcas.
Es un intermedio entre dos realidades, una conocida y otra desconocida, y por lo tanto el vehículo en la búsqueda del ser, a través del conocimiento. Deviniendo una vía simbólica para la propia realización.

Nos referimos a la movilización de todo nuestro ser que los símbolos como intermediarios procuran, el viaje o navegación por las sutiles entretelas de la conciencia, a la sorpresa de percibir mundos nuevos que permanecían invisibles y sin embargo nos son familiares. Acercándonos a otras realidades espacio-temporales.
Lo metafísico (René Guénon), esa región desconocida, misteriosa, ignota, se manifiesta en el mundo sensible por intermedio del símbolo, gracias a lo cual es posible ese conocimiento al hombre.

Nunca el símbolo es una alegoría, ya que esta se relaciona más con suposiciones y sustituciones
y no con conexión con lo interno.
Estos símbolos sagrados son capaces de revelar ese modelo único y a su creador pero también lo velan y recubren de ropaje, forma.

Su lectura se da entonces en varios niveles.

Ahora bien, todos los elementos anteriores sirven en el caso de que no creamos que es Dios quien interpreta, y nos coloquemos solo en el lugar de técnicos o profesionales de la materia. Si así fuera, la interpretación seguiría siendo parcial y perderíamos el elemento esencial que la compone, que es el espíritu.

Antes de finalizar el proceso del Método es bueno indicar la conducta que deberá observar el intérprete:

Impecabilidad.

Ser discreto.

Guardar silencio confesional sobre lo que se le revele en los sueños de otros.

Higiene mental.

Vigilancia espiritual.

A modo de ejemplo dejemos que nos empape otro cuento.

Cuento Judío

Se cuenta que cuatro sabios,
entraron al paraíso de la Kábala, al famoso Párdes de la exégesis con sus cuatro maneras de leer e interpretar La Biblia.
Mediante Pshat, el camino literal,
Rémez o el camino de la insinuación,
Drash o el camino analítico,
y Sod o el camino del secreto.
P. R. D. S, pardes, paraíso o jardín.
Los cuatro sabios buscaron el árbol de la vida.
Uno de ellos murió, otro se volvió loco.
El tercero se convirtió a otra religión,
y únicamente rabí Akiva, salió sano y salvo de la experiencia.

*

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NOTAS:

³⁶ De William Shakespeare.

³⁷ Leer sobre la danza al final del texto.

³⁸ Entusiasmo o Júbilo, al final del texto.

³⁹ Del Sueño de Escipión, de Cicerón.

⁴⁰ Pasaje extraído del I Ching, Libro de las Mutaciones, traducción de Richard Wilhelm.

⁴¹ Manvántara: Teoría de los mundos de la tradición hindú, 1 kalpa (llamado día de Brahma). Universo manifestado. Al finalizar el Kalpa se produce la noche de Brahma o Pralaya o sea la disolución y absorción en el seno de Brahma. Cada Kalpa está constituido por 14 Manvántaras. Cada Manvántara representa el ciclo completo de una humanidad. Duran cada uno 26.000 años. A su vez cada uno de ellos está constituido por 4 Yugas de desigual duración en un total de 26.000 o a veces por su mitad, 13.000 años, las cuatro edades son Satya, Treta, Dwapara y Kaly yugas.

La misma división encontramos entre los griegos, llamadas de: Oro, Plata, Cobre y Hierro. La duración varía entre la mitad de la precesión de los equinoccios, 13.000 años, y su completitud, o 26.000 años.

⁴² Mundos: Para la Cabalá los mundos son tres y serían cuatro al dividir las sefirots de construcción cósmica en dos partes, el mundo de Beriyah y el de Yetzirah. Serían entonces en orden descendente: Atziluth, Beryiah,Yetzirah y Asyiah. Los mundos también son representaciones de los tres aspectos del Hombre, corpóreo, psychis (alma-mente) y espíritu.

⁴³ Antes de seguir con la segunda parte del Método, prestemos atención a qué significa esa palabra. Dice que proviene del latín methodus, del griego méthodos. Se refiere al modo de investigar; a la búsqueda de conocimiento; a la acción de ir detrás, de met- “detrás, después” (meta) y hodos “viaje, éxodo, camino hacia afuera. O sea que cuando se mostró este método implicó la indicación de realizar un viaje hacia fuera. Un viaje en busca de conocimiento sobre el soñar y el dormir, peregrinaje, éxodo de uno mismo y del mundo que nos llevó a un camino de encuentros.

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