Marginalia. Novela desconocida - Contracultura - Literatura Marginal

EL LIBRO DEL SOÑAR
Y
EL ENSAYO DE LA MUERTE

 
Gianella Galo

 

 II

Segunda Etapa / Segundo Ritmo

Hilvanando desde la etapa anterior, y reflexionando sobre el cuento de los cuatro ciegos, me doy cuenta que no hay error en la forma en que especialistas en distintas áreas han tratado el tema del soñar, pero es indudable que hay mucho más. El elefante (soñar) es todo lo que dicen los cuatro, más lo del transeúnte, más el marco que lo contiene en la totalidad de la vida, y la verdad que se hace esquiva.

“La verdad, dicen los sabios, tiene muchas caras. HA-EMET IES HNÁ HARBÉ PANIM.

A cada uno de nosotros le corresponde averiguar cuál es la que le toca.”, dice Mario Satz.

Leyéndole este escrito a una amiga que se llama Alicia P. me decía sobre la frase anterior, que en el término EMET, está contenida la palabra verdad y la palabra muerte.
Al oír eso en mi interior fue como si sonara un despertador porque cuando comenzó esta reflexión la intuición marcó e indicó la profunda relación existente entre esos dos aspectos de la vida. Ya veremos más adelante del vínculo que hay entre muerte y sueño y qué verdad contiene.
Pues entonces parece que nada está lejos de nada, o que algo está cerca de algo.

Tratemos de develar qué hay en la palabra hebrea “EMET”.
Está compuesta con una letra del comienzo, otra del medio y la letra final del alefato hebreo,
dando la imagen de que la verdad es una realidad, totalizadora.
Como en ella está contenida la palabra verdad y la palabra muerte y abarca en ella todo el alefato6, por tanto la manifestación entera; ¿podría ser entonces que el error en el que el hombre vive le será develado tras su muerte?

Involuntariamente, pero con gran fuerza en la medida que pensaba en el Soñar comenzaron a desfilar en mi interior todas las poesías al tema vinculadas.

Y cual imán atrajeron todo material que hablara de ello…

En estas lecturas de alguna manera se ponía de manifiesto que el lenguaje del cual participan los sueños es el de la poesía.

Pero me pregunté ¿qué? de la poesía.

 

En verdad parece que el lenguaje que hace más accesible este mundo del sueño es el de los poetas.

Y es a este fin que reproduzco varios textos,

muchos de los cuales hablan del amor, de la muerte, del vínculo indisoluble que entre ellos existe.

Ya de paso parecen advertirnos que atreverse a este mundo tiene innumerables riesgos:

la locura, la muerte, la risa, el amor, el sueño, la belleza, la poesía.

Pero sigamos tras la pista de cuál es el vínculo que pudieran tener la poesía y el sueño.

Los textos antiguos hablan claramente.

Lean lo que describe y aclara Sócrates para nuestro beneficio.

 

El Fedón, de Platón

Verdaderamente, Sócrates –dijo Cebes– haces bien en traerme este recuerdo; porque a propósito de las poesías que has compuesto, de las fábulas de Esopo que has puesto en verso y de tu himno a Apolo, algunos, principalmente Eveno, me han preguntado recientemente por qué motivo te habías dedicado a componer versos desde que estabas preso, cuando no lo has hecho en tu vida. Si tienes algún interés en que pueda responder a Eveno, cuando vuelva a hacerme la misma pregunta, y estoy seguro de que la hará, dime lo que he de contestarle.

– Pues bien, mi querido Cebes –replicó Sócrates– dile la verdad; que no lo he hecho seguramente por hacerme su rival en poesía, porque ya sabía que esto no me era fácil; sino que lo hice por depurar el sentido de ciertos sueños y aquietar mi conciencia respecto de ellos; para ver si por casualidad era la poesía aquella de las bellas artes a que me ordenaban que me dedicara, porque muchas veces, en el curso de mi vida, un mismo sueño me ha aparecido tan pronto con una forma como con la otra pero prescribiéndome siempre la misma cosa:
Sócrates, me decía, cultiva las bellas artes.

Hasta ahora había tomado esta orden por una simple indicación y me imaginaba que, a la manera de las excitaciones con que alentamos a los que corren en la lid estos sueños que me prescribían el estudio de las bellas artes me exhortaban solo a continuar en mis ocupaciones acostumbradas; puesto que la filosofía es la primera de las artes, y yo vivía entregado por entero a la filosofía.

Pero después de mi sentencia y durante el intervalo que me dejaba la fiesta del Dios,
pensé que si eran las bellas artes, en el sentido estricto, a las que querían los sueños que me dedicara, era preciso obedecerles, y para tranquilizar mi conciencia no abandonar la vida hasta haber satisfecho a los dioses componiendo al efecto versos, según lo ordenaba el sueño. Comencé, pues, por cantar en honor del dios cuya fiesta se celebraba; en seguida, reflexionando que un poeta, para ser verdadero poeta, no debe componer discursos en verso, sino inventar ficciones, y no reconociendo en mí este talento, me decidí a trabajar sobre las fábulas de Esopo; puse en verso lo que sabía, y que fueron las primeras que vinieron a mi memoria…

Sócrates va a la muerte sin embargo decide prestar atención a un sueño que ha sido recurrente durante su vida y seguir las instrucciones del mismo.

Frente a lo que en el sueño le ordenan sobre las bellas artes, Sócrates escoge la poesía.

La muerte y el sueño.

La vida y la poesía.

¿Será pues el lenguaje del sueño el de la poesía? Siendo el lenguaje de la poesía un lenguaje rítmico.

Es el lenguaje rítmico el medio que hace posible alcanzar ciertas alturas intelectuales.

Nuevamente recurrimos a Platón para entender por qué hay tan íntima relación entre poesía y sueño.

 

El banquete, Platón

He aquí uno–. Ya sabes que la palabra poesía (del griego Poieo, hacer, ser) tiene numerosas excepciones, y expresa en general la causa que hace que una cosa, sea la que quiera, pase del No-ser al ser, de suerte que todas las obras de todas las artes son poesía, y que todos los artistas y todos los obreros son poetas.

– Es cierto.

– Y sin embargo, ves que no se llama a todos poetas, sino que se les da otros nombres, y una sola especie de poesía tomada aparte, la música y el arte de versificar han recibido el nombre de todo el género. Esa es la única especie que se llama poesía; y los que la cultivan, los únicos a quienes se llama poetas.

  
Advertimos una señal:

en ambos casos, en el sueño (phantezeín) y en la poesía se materializa o crea lo que está en potencia haciéndose realidad lo que antes se concibió. Manteniendo un ritmo y tiempo propio.

Si nos guiamos por la tradición, vemos que la lengua sagrada es un lenguaje rítmico.
Esa ciencia rítmica posee en sí un principio que se vierte y nos permite comunicarnos con estados superiores.

Debemos llamar la atención sobre el hecho de que los libros sagrados de todas las tradiciones fueron trasmitidos en versos, y si escrutamos los misterios que nos rodean vemos que el UNIVERSO7
lo proclama, ya que es un VERSO único, unido. Un UNI-VERSO.
O diríamos también que sobre lo que VERSO es sobre el UNO.

Único, unido.
Siendo un verso sobre el uno.

Ya sabemos entonces que en dicho espacio existe un ritmo que le es propio, un orden (un cosmos)
al cual nosotros podremos recurrir para conectarnos, y ese ritmo está en la poesía.
Más aún podemos decir que en el firmamento hay una firma rúbrica que contiene un orden (cosmos), ritmo que nos lleva a comprender y ver el U-ni-ver-so)8.
Por lo tanto sí uní, vi, entendí, aprendí, y conocí.
En cuanto al término poesía, lean lo que el pueblo le decía al Profeta Mahoma.

 

El Corán, Sura XXI, 5

Es más dicen:

No es más que un montón de sueños; él (Mahoma) es el que lo ha inventado (El Corán);
es un poeta; que nos haga ver un milagro, como hacían los enviados de otro tiempo.
Tomemos cuenta de que los griegos y los árabes definen al poeta como un inventor.
El sueño y la poesía participan de la misma sutilidad por eso no es de extrañarse su afinidad.

 

René Guenón, en El Lenguaje Secreto de Dante, nos invita a hacer la siguiente reflexión:

“Habría lugar para preguntarse por qué fue la poesía llamada por los antiguos la lengua de los dioses, porque vates (vaticano) en latín fue a la vez el poeta, el adivino, y el profeta (los oráculos fueron hechos en verso):
porque los versos fueron llamados Carmina (encantamiento, en cantos, palabras) idéntica al sánscrito karma entendido en el sentido técnico de ritual. Rita en sánscrito, es lo que está conforme al orden, sentido que el adverbio rita ha guardado en latín; el orden cósmico está representado por la ley del ritmo”.

Afirmó Dionisio Areopagita: “El rayo divino no puede alcanzarnos a menos que esté cubierto de velos poéticos”. Esos velos son los propios dioses (potencias dormidas), o mejor las emanaciones (Kether) que éstos manifiestan al hombre por mediación de las musas mensajeras (hijas de Zeus y la Memoria) y por las Gracias.

Y volviendo de mano de los comentarios anteriores al tema del Universo, dijo Ficino, “que el Universo es una estructura tejida por constantes relaciones, tensiones y luchas entre energías opuestas que, sin embargo, perpetuamente se equilibran y armonizan, atraídas por la fuerza del Amor, inseparable de la Belleza (Tifereth, árbol de la vida), la puerta por donde se accede a la identidad con el Conocimiento y la Sabiduría”.

Los más elevados misterios, ocultos en las “tinieblas más luminosas del Ser”, no se pueden aprehender por los solos sentidos corporales, si no por medio del alma purificada, recogida en sí misma en el arrebato del éxtasis amatorio que antecede a la unión con lo inefable.9

 

Pensamiento en vuelo:

En el universo reina la noche, pletórica de luces fugaces, destellantes, refulgentes, unas se encienden y otras se apagan, hay siempre agujeros negros que están llenos de luz y energía.

En el Cosmos universo todo es un sueño espeso, mecido en la oscuridad de una noche primigenia.

 

Honestamente se me vuelan los sesos así que me digo…

 

“¿Has tenido algunos maestros que no hayan escrito nada pero que te hayan impresionado?

– Sí, han sido seis gatos que tenía en Roma.

 

– Dos como mínimo, eran grandes sabios.

– Me lo han enseñado todo:

cómo se yace, cómo se avanza,

cómo se contempla”.10

 

Y luego me recuerdo a mí misma que…

 

En todo este intento
de entender los sueños
yo digo como Sócrates
“que examino con valor mis ideas
por miedo de creer saber
lo que en realidad ignoro”.

*

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NOTAS:

6 Alefato, nombre del alfabeto hebreo, alef.

7 Universo, definición: del latín Universum, de Unus y vertere, que giran en un solo sentido.

8 Jugando con el inglés So: por lo tanto o entonces ver al uno.

9 Extraído del Programa Agartha (C. S. de Barcelona).

10 Entrevista a Elémire Zolla.

*

 

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